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Si llevas un tiempo en el gimnasio, seguro que has oído hablar de la glutamina y la creatina. Son dos de los suplementos más populares en el mundo del fitness y el culturismo, y no es para menos. A lo largo de mis más de 20 años entrenando y compitiendo, he probado prácticamente todo lo que hay en el mercado, y estos dos suplementos siempre han estado en mi arsenal.
Voy a contarte mi experiencia con ellos, cómo los uso y qué puedes esperar si decides incorporarlos a tu rutina.
Glutamina: Recuperación y sistema inmune
La glutamina es un aminoácido que el cuerpo produce de forma natural, pero cuando entrenamos con intensidad, los niveles pueden bajar. Esto se traduce en una recuperación más lenta y un sistema inmune debilitado. En mis épocas de mayor volumen de entrenamiento, cuando entrenaba dos veces al día o hacía sesiones muy pesadas, notaba que me costaba más recuperarme y que me resfriaba con facilidad. Fue ahí cuando empecé a suplementarme con glutamina.
Lo que noté al tomarla de forma constante fue una mejora en la recuperación muscular. No es que de repente desaparecieran las agujetas, pero sí que sentía menos fatiga entre sesiones. Además, en épocas de definición, cuando las calorías son más bajas y el cuerpo está más castigado, la glutamina me ayudó a mantenerme más fuerte y evitar caer enfermo.
Mi recomendación es tomar entre 5 y 10 gramos al día, repartidos en dos tomas: una después del entrenamiento y otra antes de dormir. No esperes milagros, pero si entrenas duro y comes bien, notarás la diferencia.
Creatina: Más fuerza y volumen muscular
Si hay un suplemento que recomendaría a cualquier persona que quiera ganar músculo y fuerza, es la creatina. Llevo tomándola desde mis primeros años en el gimnasio y siempre ha sido una constante en mi suplementación. La creatina ayuda a mejorar el rendimiento en ejercicios de alta intensidad, lo que significa que puedes levantar más peso o hacer más repeticiones antes de fatigarte.
Cuando empecé a tomar creatina, lo primero que noté fue un aumento en la retención de agua dentro del músculo. Esto no es algo malo, al contrario, hace que los músculos se vean más llenos y con mejor aspecto. Pero lo más importante es el aumento de fuerza. En pocas semanas, mis pesos en ejercicios básicos como el press de banca y la sentadilla subieron notablemente.
La forma en la que la tomo es sencilla: 5 gramos al día, todos los días, sin necesidad de hacer fases de carga. La mezclo con agua o con mi batido post-entrenamiento y listo. No hace falta complicarse más.
¿Cuál deberías tomar?
Si tu objetivo es mejorar la recuperación y evitar el desgaste muscular, la glutamina puede ser una buena opción. Si lo que buscas es ganar fuerza y músculo, la creatina es imprescindible. Personalmente, siempre he usado ambas, ya que cumplen funciones diferentes y se complementan bien.
Eso sí, recuerda que los suplementos no hacen milagros. Si tu alimentación y entrenamiento no están bien estructurados, no notarás grandes cambios. Pero si haces las cosas bien, la glutamina y la creatina pueden ser un gran apoyo en tu camino hacia un mejor físico.
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