La banda iliotibial o tensor de la fascia lata es una estructura fibrosa con forma alargada que viene desde la espina ilíaca anterosuperior y llega, por el lateral del muslo y la rodilla, hasta la tibia por su cara antero-externa. Funciona como una banda de tensión para reducir las cargas de flexión en el fémur proximal (la sección más cercana a la cadera).
La banda iliotibial se sitúa con la rodilla en extensión por delante del cóndilo femoral externo y con la rodilla en flexión, por detrás de éste. Por tanto, en un movimiento de flexo-extensión de rodilla, la banda iliotibial pasa por encima del cóndilo femoral externo. Si, además, a este gesto le añadimos un componente de rotación interna de la rodilla o de varización, la tensión de la banda hace que roce contra el cóndilo y, por tanto, se inflame.
Así pues, la rodilla del corredor o síndrome de la banda iliotibial consiste en una inflamación de esta estructura provocada por la fricción contra el cóndilo femoral externo o epicóndilo lateral. Esta lesión es muy típica en corredores y en ciclistas y, en el caso de estos últimos, suele provocarse por dos razones principales:
- Regulación demasiado baja del sillín: En esta situación se tiende a varizar la rodilla (es decir, se abren hacia el exterior) debido a que debemos flexionarlas demasiado y, con ello, aumenta la tensión de la banda iliotibial.
- Mala colocación de las calas: Si no se colocan correctamente, pueden provocar que el ciclista mantenga durante el pedaleo una rotación interna de rodilla y, con ello, aumentar la fricción de la banda iliotibial.
Además, existen otros factores genéticos (como tener el cóndilo lateral muy prominente o el genu varo) y mecánicos (caídas, falta de elasticidad en la banda…) que también predisponen a desarrollar esta lesión.
El síntoma más claro de este síndrome es la aparición de un dolor agudo e intenso a la altura del epicóndilo lateral, sobre todo con la rodilla en flexión de 30º, que se desarrolla igualmente al correr o al pedalear. Un test para evaluarlo es la prueba de compresión de Noble. Esta prueba consiste en que el deportista se sitúa en decúbito supino con la rodilla flexionada 90º, entonces debe extender la rodilla lentamente mientras se le presiona por encima del cóndilo externo. Si nota dolor cuando esté en torno a 30º de flexión es indicador de que puede haber daño en la banda iliotibial.
Como tratamiento, el reposo con antiinflamatorios y frío suele ser efectivo. Se puede proceder a una rehabilitación mediante estiramientos de la banda iliotibial, el refuerzo de los músculos abductores de la cadera y la mejora de la flexibilidad de los isquitibiales. Como medidas preventivas, se debe fijar una altura adecuada del sillín y regular correctamente la posición de las calas.
Diego Martínez García
Lcdo. Ciencias de la Actividad Física y del Deporte
Colaborador de |