La “pájara” o hipoglucemia consiste en un estado de incapacidad para continuar el ejercicio debido a la disminución de las reservas de glucosa. Los síntomas que padece el deportista cuando la sufre son mareos, apetito repentino, visión borrosa, temblores, sudor frío y pérdida de fuerza.

La “pájara” tiene lugar, sobre todo, debido a una mala nutrición del deportista en las horas previas a la realización del ejercicio o a la falta de reposición durante una actividad física de considerable duración y con una intensidad entre moderada y alta. Esto provoca una caída desmesurada de las reservas de glucosa, la cual es el único combustible que puede alimentar el sistema nervioso central. Así pues, cuando se detectan unos niveles bajos de glucosa se reduce el rendimiento como mecanismo de defensa para que llegue esta sustancia a las neuronas. En el caso de continuar con la actividad sin poner remedio se puede llegar a entrar incluso en coma hipoglucémico, lo cual es un riesgo muy importante.

Los deportistas no entrenados son especialmente susceptibles a este proceso, ya que tienen poco trabajado el sistema de metabolismo de las grasas y, por tanto, tienden a emplear en mayor cantidad la glucosa. Así pues, la mejor manera de prevenir las pájaras es entrenando el sistema aeróbico. Además, si se sabe que se va a realizar una actividad de larga duración, es importante que las reservas de glucosa se encuentren al máximo, por lo que hay que evitar este tipo de entrenamientos en ayunas. El riesgo de caer en hipoglucemia podría ser muy alto.

En el caso de que se haya caído en una “pájara”, el procedimiento de actuación se basa en la ingesta de hidratos de carbono de rápida asimilación y, a poder ser, en líquido, ya que son los que proporcionarán glucosa de manera rápida y efectiva al organismo y permitirá su recuperación. Entre las fuentes de hidratos de carbono de rápida asimilación (o azúcares sencillos) encontramos las bebidas energéticas o azucaradas, la fruta o las barritas de cereales, entre otros.

Diego Martínez García

Lcdo. Ciencias de la Actividad Física y del Deporte

Colaborador de |

Es la incapacidad para continuar el ejercicio cuando se agotan las reservas de glucosa. Es posible que se agote la glucosa en los músculos de la parte del cuerpo que estemos ejercitando mientras que en otros menos activos queden aún reservas. Éstas no pueden utilizarse porque el músculo no tiene la enzima fosfatasa (presente en el hígado) que libera la glucosa desde el interior de las células. Eso hace que no se pueda usar la glucosa de las células menos activas.

Las posibles causas de una pájara son:

–Utilización de la glucosa por el sistema nervioso central. Las neuronas sólo consumen glucosa, por lo que cuando falta glucosa en el hígado y en el músculo, se baja mucho el rendimiento como mecanismo de seguridad. En caso de seguir haciendo ejercicio, se puede entrar en coma hipoglucémico.

–Glucógeno muscular como cebador del catabolismo de las grasas.

–Liberación de energía de las grasas más lenta.

Por Monster

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