El té verde es una bebida consumida desde hace muchísimo tiempo en todo el mundo, siéndole atribuidos numerosos beneficios como curar enfermedades de la piel, como bebida hidratante para calmar la sed, ayuda a eliminar indigestiones, se le atribuye que puede curar enfermedades como el Beriberi, ayuda a prevenir la fatiga, y mejora las funciones del sistema urinario y del cerebro.
Personalmente puedo dar fe de la eficiencia del té verde como diurético y como estimulante en la digestión. Y es precisamente en estos aspectos donde quiero recomendar el uso del té verde, principalmente en aquellas personas que por problemas del colon sufran de transito intestinal lento o que sufran de retención de líquidos, ambos males causantes de aumento del peso corporal.
El té verde puede tomarse todos los días, siempre con moderación ya que al tener propiedades diuréticas puede hacer que pasemos mas tiempo en el baño de lo que podríamos desear.
Preparar el té verde es muy simple ya que se prepara de la misma forma que un té tradicional, para ello solo necesita,
- Agua
- Azúcar al gusto (de preferencia fructosa)
- Algunas hojas de menta
- Y hojas de té verde (puede comprar los sobres de té verde, en los supermercados los venden listos para infusión).