Los expertos en nutrición llevan años diciendo que la gente que desea perder peso debería tomar agua antes que otros líquidos. Este consejo se basa en estudios que demuestran que aquellos que beben principalmente agua cuando tienen sed son más delgados que aquellos que optan por los refrescos o el zumo, que están repletos de carbohidratos rápidos que no sacian el hambre.
La investigación base está ahora comenzado a demostrar que el efecto positivo del consumo de agua es en realidad más complejo. Cuanta más agua bebas, más grasa quemarás y más ahorrativo será tu cuerpo con sus proteínas. Los experimentos también indican que el cuerpo gasta más energía si bebes más agua.
Así que el agua podría ser al mismo tiempo una ayuda para adelgazar y una droga para la recomposición corporal. Decimos “podría” porque no hay evidencias. Al menos, no las había hasta hace poco. Los investigadores del Virginia Tech han obtenido pruebas que confirman esta idea.
Los investigadores sometieron a 48 sujetos de edades comprendidas entre los 55 y los 75 años a una dieta hipocalórica durante 12 semanas. La mitad de los sujetos del experimento tomaron 500ml de agua antes de cada comida. Después de 12 semanas los sujetos que habían tomado agua extra habían perdido 2kg más de peso. Es el equivalente a un incremento en la pérdida de peso del 44%.
La tabla superior muestra que los sujetos del grupo sin agua adicional perdieron 3,3kg de grasa, mientras que los del grupo que tomó el agua perdió 5,4kg, que es un 64% más.
Tomar un poco más de agua mientras se sigue una dieta de perdido de peso no sólo te ayuda a perder más peso; también ayuda a que una mayor parte del peso perdido consista en grasa.
Estudio: Obesity (Silver Spring). 2010 Feb;18(2):300-7.