Conocer la naturaleza íntima de los músculos en cuanto a su arquitectura, composición y función evolutiva puede desvelar más de una clave práctica para su entrenamiento. Iniciamos esta serie de artículos dedicados a la aplicación práctica de estos conocimientos fisiológicos.
En esta primera entrega nos ocupamos de la arquitectura del músculo, es decir, de las diferentes formas y estructuras que pueden asumir y las implicaciones de estas diferencias.
Músculos convergentes o triangulares.
Estructura:
En estos músculos el origen (el punto de agarre con un hueso fijo) es más ancho que el punto de inserción. Al no ser paralelas las fibras, pueden ser manipulados para tirar hacia direcciones diferentes al estimular grupos específicos de fibras en un momento dado. Un músculo convergente posee versatilidad, porque el estímulo de una sola parte del músculo puede modificar la dirección de tiro. Por lo tanto, las fibras de los músculos convergentes pueden tirar en diferentes direcciones en vez de hacerlo todas en la misma dirección.
Funcionalidad:
Esta disposición de fibras permite una producción máxima de fuerza. Los músculos triangulares y pinnados se encuentran habitualmente donde la fuerza o la precisión son deseables en detrimento de un rango amplio de movimiento.
Ejemplos de músculos convergentes son el pectoral mayor y los dorsales.
Entrenamiento:
Para estimular las fibras en todas las direcciones deben ser trabajados desde varios ángulos diferentes. Responden mejor a cargas pesadas.
Músculos paralelos y fusiformes:
Estructura:
En estos músculos las fibras se disponen paralelas las unas a las otras. Suelen ser músculos largos. A veces los fusiformes se incluyen en el grupo de los paralelos, pero tienen más forma de huso, siendo más anchos en su base que en el origen y el punto de inserción.
Ejemplos de músculos paralelos son el bíceps y el sartorio.
Funcionalidad:
No muy fuertes pero con buena resistencia. Amplio movimiento, pequeña producción de fuerza. Contracciones largas, pero poco poderosas.
Entrenamiento:
Los músculos paralelos trabajan mejor con cargas ligeras y distancias largas.
Músculos pinnados:
Estructura:
Las fibras están dispuestas en ángulo respecto a la línea de orientación del músculo. La pinnación permite que un número mayor de fibras contribuyan a la producción de fuerza, pero reduce la contribución de cada fibra individual a dicha producción. A mayor pinnación, más fuerza el músculo puede producir. Como las células musculares tiran en un ángulo, la contracción de los músculos pinnados no mueve los tendones tan lejos como lo hacen los músculos paralelos. Pero un músculo pinnado contiene más fibras musculares y, como resultado, produce mayor tensión que un músculo paralelo del mismo tamaño.
Si todas las fibras musculares están en el mismo lado del tendón, el músculo pinnado es unipinnado. Por lo general, el músculo pinnado posee fibras a ambos lados del tendón. Entonces se llama bipinnado. Por ejemplo, el recto femoral, es bipinnado. Si el tendón se bifurca dentro de un músculo pinnado, se dice que ese músculo es multipinnado. Es el caso del músculo deltoide.
Unipinnados: lumbricales, extensores de los dedos, tibial posterior, redondo mayor
Bipinnados (más fuertes que unipinnados, se acortan menos pero desarrollan más tensión): Recto femoral, gemelos
Multipinnados: (más fuertes que los bipinnados) Tríceps, cuádriceps, deltoides, sóleos, trapecio
Funcionalidad:
Al tener una mayor número de fibras por unidad son muy fuertes pero se cansan rápido. Movimientos cortos, gran producción de fuerza. Contracciones cortas, pero poderosas. Mueven grandes cargas en distancias cortas.
Entrenamiento:
En los multipinnados es más conveniente variar los ángulos de trabajo a fin de solicitar todos los haces. Responden mejor a cargas pesadas y/o trayectorias cortas.